Por Dra Claudia Molina
Una vez vino a nuestra consulta una enfermera y, antes de irse, nos felicitó; nos dijo que era la primera vez que iba a un dentista y Ie completaban una buena historia clínica, una herramienta indispensable que evita riesgos y accidentes innecesarios. Además, no es difícil de llevar a cabo: solo es necesario formular al paciente cuatro preguntas básicas. Quizás, en consulta, las hacemos demasiado extensas, pero son cuestiones a las que solo se debe responder con un sí o un no. Necesitamos saber, por ejemplo, si el paciente toma anticoagulantes y, si existe un problema importante de salud, es conveniente hablar con su médico antes de proceder a cualquier intervención. Cuando una persona acude a mi consulta por primera tras completar este historial, me siento a conversar con ella, para que me hable de su enfermedad, en cl caso de que la hubiera. Después, le hago una radiografía de toda la boca y una exploración intraoral para observar qué dientes están sanos y sobre qué otras piezas es necesario intervenir. En nuestra clínica, atendemos una gran tipología de pacientes, que pueden estar afectados de enfermedades autoinmunes, como el VIH, o que pueden padecer dolencias como la diabetes. Cuando acabas la carrera, debes jurar que atenderás a todo tipo de pacientes, independientemente de su condición. El buen profesional se toma su carrera muy en seno.