Por Dra Claudia Molina
En la vida, y en esta profesión, es menester ser honestos. Mis pacientes saben que les digo la verdad, confían en mis palabras. Y es muy importante:
las personas que acuden a una clínica dental entregan a los una parte primordial de su cuerpo, lo sitúan en nuestras manos; es mi deber ofrecer lo mejor de mi misma, tanto a nivel profesional como humano.
Siempre explico todos los tratamientos, desde el más básico al más complejo. En caso de extraer un diente, por ejemplo, les expongo todas las opciones, ser un aparato de quita y pon, la colocación de un puente y, lo más avanzado, un implante. Detallo todas las posibilidades, les aconsejo sobre las más adecuada en cada caso, pero luego es el paciente quien decide, también en función de su capacidad económica. Es más honesto ofrecer todo el abanico de tratamientos que optar por el más costoso y esconder el resto.